El proyecto piloto de Kenya - Parte 1 de la historia de interés humano

Aprendizaje digital y accesible para estudiantes sordos o con problemas auditivos

UNICEF Kenya CO
Derrick y Collins de la escuela primaria Aga Khan usan lenguaje de señas junto con la ayuda del intérprete en el libro de texto digital accesible
UNICEFKenya/2019/Rabenstein
14 Mayo 2020

Aprendizaje digital y accesible para estudiantes sordos o con problemas auditivos

En 2018, el Ministerio de Educación desarrolló una Política sectorial para estudiantes y aprendices con discapacidad. En la Política, la educación adaptada a las necesidades especiales se define como “un tipo de educación que brinda las adaptaciones adecuadas de los métodos del plan de estudios, de los recursos educativos y de los medios de comunicación en el entorno de aprendizaje para atender a las diferencias individuales en el aprendizaje”.

En Kenya, las niñas y los niños con discapacidad siguen enfrentándose a grandes barreras en el acceso a la educación. Por ejemplo, en algunas culturas, cuando una niña o un niño nacen con discapacidad, se cree erróneamente que tienen una maldición y a menudo se los oculta en sus casas. Como resultado, permanecen socialmente invisibles y marginados. En particular se suele excluir a las niñas y los niños con problemas auditivos de la comunicación con sus pares y otros miembros de la sociedad, a pesar de que la lengua de señas de Kenya ha sido reconocida como un idioma oficial en la Constitución del país del año 2010.

En 2013, el Gobierno de Kenya inició el Programa de alfabetización digital con el objetivo de equipar a todas las escuelas primarias de Kenya con tabletas y así aumentar la alfabetización digital del alumnado. La escuela primaria Aga Khan de Nairobi (Kenya) tiene una unidad de asistencia para personas con problemas auditivos de 153 estudiantes. La escuela recibió 89 ordenadores portátiles. “Uno de nuestros problemas era el hecho de que aún no habíamos recibido contenidos para estudiantes con problemas auditivos. Pensábamos que se habían olvidado de nosotros. Estamos muy contentos de verlos hoy aquí”, señaló la Directora.

Derrick y Collins aprenden a escribir con ayuda del libro de texto digital y accesible.
UNICEFKenya/2019/Rabenstein
Derrick y Collins aprenden a escribir con ayuda del libro de texto digital y accesible.

El 4 de marzo de 2019, representantes del Instituto para el desarrollo del plan de estudios de Kenya y de UNICEF visitaron la escuela con el objetivo de instalar la fase piloto de un libro de actividades ambientales para estudiantes de primer grado, un elemento vinculado al plan de estudios basado en competencias.

“¿Quiénes son? Hola. Les damos la bienvenida a nuestra clase”. Esta fue una conversación única con el alumnado. La docente de la clase estuvo encantada de hacer de intérprete en lengua de señas para la conversación que mantuvimos con el alumnado de la sala. Estaban muy contentos de vernos y se les veía ansiosos por saber más sobre las caras nuevas que llegaron a un aula generalmente tranquila.

“Somos pocos docentes para el número de estudiantes con problemas auditivos. Las niñas y los niños deben compartir la clase y el docente. Por ejemplo, esta clase está integrada por estudiantes de primer y tercer grado, y yo estoy a cargo de la enseñanza de todos ellos”, explica la docente. Algunos de alumnos y alumnas tienen múltiples discapacidades.

“Somos pocos docentes para el número de estudiantes con problemas auditivos " 

Derrick y Collins en su aula interactúan con el libro de texto digital y accesible.
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Derrick y Collins en su aula interactúan con el libro de texto digital y accesible.

“Es importante que el alumnado avance paso a paso. Primero, los invito a leer un pasaje del libro de texto. Debo escribirlo en la pizarra y enseñarles a señar palabra por palabra. Para el alumnado más joven es más difícil leer todas las palabras o entender qué significan. Las palabras más simples y más cortas son más fáciles de comprender y deletrear con los dedos”, explica.

La alegría de los alumnos y las alumnas al ver las tabletas fue muy alentadora. Todos querían tocarlas y descubrir qué hacían. Al principio tuvimos que mostrarles cómo navegar por la tableta para acceder al libro de texto, pero, en poco tiempo, aprendieron a hacerlo por sí mismos.

Liz Mwikali, de 7 años, tiene un problema auditivo. Tuvo la oportunidad de usar el libro de texto con la función de diseño universal para el aprendizaje y también la versión personalizada para estudiantes con problemas auditivos. “Es muy bueno. Me gustan los niños que cantan y cómo cantan en el libro. Quiero seguir usando este libro. También me gustan las imágenes y los dibujos. Puedo deletrear niño, hombre y luna”, dice con orgullo.

“A los niños hay que hablarles en el idioma que mejor entienden. Por ejemplo, algunos de ellos perdieron la audición cuando ya habían adquirido un idioma. Si ya habían adquirido el suajili, algunas cosas se pueden explicar en el mismo idioma. Incluso aprendí a hablar un poco de kikuyu para enseñarles a aquellos cuyo primer idioma es suajili”, explica la docente.

Agrega que una palabra puede tener distintos significados para un estudiante con problemas auditivos. Por ejemplo, en inglés, la palabra “lazy” puede referirse a alguien a quien no le gusta trabajar duro o también se puede usar para decir que un dispositivo digital se está apagando. Si se aprende un idioma en las primeras etapas de la vida, es más fácil diferenciar el significado de las palabras. Las familias también deben aprender lengua de señas a nivel básico al menos para comunicarse con sus hijos.

Collins Thiong’o también tiene 7 años de edad y guarda el mismo entusiasmo de usar las tabletas. Según su maestro, Collins, que también es parcialmente ciego, lee los labios muy bien. Esto le permite seguir una conversación aun cuando no se usa lengua de señas. Le gustan las imágenes del libro, en especial las que se usan para ilustrar las nubes. “Me gusta el hombre que interpreta. Lo hace muy bien, pero me gustaría que la fuente fuese un poco más grande, para también poder leer con ayuda del resaltado de la tableta”, dice antes de irse a almorzar.

“Esta es mi tableta, me iré a casa con ella”, dice Derrick Myles, de 7 años de edad, y nos hace reír a carcajadas después de usar su nuevo libro. Claramente, le gustó mucho el nuevo método de enseñanza. Al igual que sus pares, le gustan las imágenes del libro.

Es evidente que, si les proporcionamos un entorno propicio, el alumnado con problemas auditivos tendrá la oportunidad de acceder a la educación en condiciones de igualdad con otros estudiantes. Si más escuelas estuviesen equipadas con libros de texto similares, la participación en clase aumentaría, al igual que la continuidad educativa en la escuela secundaria y en otras instituciones de aprendizaje superior.

Liz Mwikali (de pie) canta con un compañero con ayuda del intérprete del libro de texto digital y accesible.
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Liz Mwikali (de pie) canta con un compañero con ayuda del intérprete del libro de texto digital y accesible.

“A los niños hay que hablarles en el idioma que mejor entienden”.