El piloto de Kenya - Parte 3 de la historia de interés humano

Aprendizaje digital y accesible para estudiantes ciegos o con baja visión

UNICEF Kenya CO
Wesley Muturi, de 6 años, en su clase en la escuela primaria Kilimani en Nairobi, usando un ábaco para contar
UNICEFKenya/2019/Ngochi
14 Mayo 2020

Making digital learning accessible for learners who are blind or have low vision

Ayer fuimos al pueblo de Mamba. fue emocionante poder salir del aula e interactuar con los animales”. Así nos dieron la bienvenida a la escuela primaria Kilimani de Nairobi (Kenya). Wesley Muturi, de 6 años, le alegra poder asistir a la escuela. Algún día le gustaría ser piloto; sintió la inspiración por ello desde que voló por primera vez a Malindi.

“Me gustó el ordenador portátil que usé, era la primera vez que utilizaba uno”, dice Wesley. “Los audios que escuché decían cosas que me gustaban, trataban temas relativos a plantas, agua, ríos y animales. Me gustan los temas relacionados con las ciencias ambientales y la higiene”.

Wesley tuvo la oportunidad de estudiar junto a sus pares sin deficiencias visuales en una clase convencional. Su maestra Beth afirma que es un niño muy brillante y le gusta aprender. “Hemos tratado de asegurarnos de que el resto de la clase se turne para sentarse junto a él. De ese modo, todos sus compañeros trabajan con él. Le ayudan, le leen en voz alta los libros de texto y lo que está escrito en la pizarra”, explica.

“Le mencioné a mi compañera de mesa lo que aprendí cuando usé el ordenador portátil. Le emocionó mucho lo que le conté”. Sin embargo, me gustaría que los ordenadores portátiles estuvieran personalizados de forma que se pueda subir un poco más el volumen y así poder escuchar mejor. El profesor de informática también es muy amable, me ayudó a navegar por el ordenador”, agrega Wesley.

Para Wesley, este nuevo modo de aprendizaje es emocionante y le gustaría tener cada vez más asignaturas integradas en el ordenador portátil. Por ejemplo, actualmente está aprendiendo nuevos adjetivos. “También me gustaría aprender inglés con el ordenador. Aprendí a deletrear algunas palabras en la última clase de inglés y mi maestra me explicaba sus significados”, señala.

La señorita Beth ayuda a Wesley con los deberes.
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La señorita Beth ayuda a Wesley con los deberes.

Es importante tener en cuenta que para que las y los estudiantes reciban plenamente los beneficios del libro de texto accesible, las y los maestros deben estar sólidamente capacitados en el uso de los ordenadores portátiles. Deben contar con competencias en materia de información, comunicación y tecnología. También deben estar capacitados para determinar del mejor modo posible las necesidades y fortalezas de un estudiante con discapacidad, en especial aquellos con baja visión, como Wesley. Con una sola capacitación formal, cada estudiante puede usar correctamente un ordenador portátil para aprender con el resto de su clase.

Amos Manyasi, de 7 años, está parcialmente ciego. Puede ver los objetos y las palabras escritas que están muy cerca de él. “Ya he utilizado antes el teléfono inteligente de mi padre, lo uso para jugar. Mi juego favorito es de las carreras de coches”, explica. Para los estudiantes como Amos, este es un indicio de que podrán aprender y participar como sus pares si se personalizan los libros de texto digitales de modo tal que sea de su interés.

Amos podía escuchar sobre temas relacionados con las plantas, los ríos y la lluvia. “Podía navegar la pantalla sin ayuda. El tamaño de la fuente estaba bien, pero tal vez sería mejor que fuera un poco más grande y con más espacio para poder leer más rápido. También me gustaría que hubiera más imágenes y que el sonido fuera un poco más alto”, explica.

Amos fuera del aula en la escuela primaria Kilimani.
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Amos fuera del aula en la escuela primaria Kilimani.

“Me gusta ir a una clase convencional porque mis compañeros me ayudan a estudiar Matemáticas. También me gusta competir en atletismo y otros deportes, como el fútbol. La maestra de mi grado, la señorita Sabina, me cae bien porque me ayuda a leer. Mi mamá y mi tío, que es profesor, me ayudan a hacer los deberes en casa. También me gustaría saber más sobre otros temas, como la higiene”, concluye.

La escuela primaria Kilimani es una de las escuelas de Nairobi que lucha para brindar una educación cada vez más inclusiva. La escuela tiene por objetivo garantizar que las y los estudiantes con discapacidad como Wesley y Amos se inscriban en clases convencionales, en las que aprenden con sus pares sin deficiencias visuales. Se prevé que con herramientas de aprendizaje innovadoras como los libros de texto digitales accesibles, la escuela primaria Kilimani y otras escuelas de Kenya contarán con el apoyo y los recursos necesarios para brindar educación inclusiva, no solo para estudiantes con discapacidad, sino para todos y todas.

“Me gusta ir a una clase convencional porque mis compañeros me ayudan a estudiar Matemáticas”.